Fernanda Figueroa Cruz Universidad Autónoma de Tamaulipas
El presente trabajo de investigación tiene como objeto analizar la posición de la víctima del delito en el ordenamiento jurídico penal mexicano. El estudio se realiza partiendo de las bases generales, la evolución de la victimología, así como la importancia de ésta como una ciencia integral y en desarrollo constante; Un aspecto central de este estudio es el análisis de las necesidades y los derechos que tienen las víctimas del delito –quienes merecen la etiqueta de víctimas-, en este apartado trataremos de analizar las disposiciones que respecto a las víctimas del delito existen en referencia a derechos y disposiciones jurídicas de corte internacional. Este análisis parte de los derechos de las víctimas del delito como una garantía constitucional –ya que en México, una forma de responder a “La declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y de abuso de poder”, fue incluyendo estos derechos en la Constitución Federal como garantías individuales-; Así como el análisis de la posición de la víctima del delito en el Código Penal Federal Mexicano, que toma en cuenta, la posición de la víctima en las sanciones penales. Y finalmente, La posición de la víctima en el proceso penal mexicano, analizando su posición en el período preliminar, en el proceso principal, y en el período secundario. Este apartado es especialmente importante puesto que aquí se pondrá de manifiesto si existen repercusiones reales positivas o negativas, ya que es en el marco del proceso donde se desarrolla la victimación secundaria, al momento de su participación en el proceso, en la emisión de la sentencia y en su ejecución. Como conclusión, México acorde a sus posibilidades, presenta una política criminal victimológicamente, apropiada al menos por estar inspirada por las directrices que dimanan de nuestro marco constitucional, –pesé a las características negativas, estructurales y coyunturales inalienables que como Estado posee-. El Estado mexicano, (desde su posición de un país en vías de desarrollo) en su ánimo de desarrollar una victimología de acción, a través de sus posibilidades, es decir, de un sistema estutario, ya que no le causa un gasto crear legislación, a diferencia de la creación de una base asistencial sólida en materia de víctimas –inexistente en la actualidad-. Dicho esto, no se debe permitir olvidar que la preocupación por la vícti ma constituye asimismo, una exigencia de raíz constitucional, y que ignorar esto último puede conducir una vez más –y no tratándose de una mera apreciación teórica- a una instrumentalización de la víctima....
